Epilepsia en perros: síntomas y tratamientos

La epilepsia en perros es un trastorno neurológico que afecta al sistema nervioso y se caracteriza por la presencia de convulsiones recurrentes y episodios de actividad eléctrica anormal en el cerebro. Esta condición puede generar gran preocupación en los propietarios, especialmente cuando presencian por primera vez los ataques epilépticos en su mascota. Los ataques pueden manifestarse de diferentes formas y con distintos niveles de intensidad, desde convulsiones leves hasta crisis más severas que requieren atención veterinaria inmediata. Comprender qué es la epilepsia canina, sus síntomas, tipos y opciones de tratamiento es fundamental para brindar el mejor cuidado posible a tu mascota y mejorar su calidad de vida.

¿Qué es la epilepsia?

La epilepsia es un trastorno neurológico crónico que se caracteriza por la aparición recurrente de ataques epilépticos debido a descargas eléctricas anómalas en el cerebro. En el caso de los perros, esta condición afecta al sistema nervioso central y puede manifestarse a través de diversos tipos de convulsiones en perros.

La epilepsia canina se define médicamente como la presencia de dos o más crisis epilépticas no provocadas que ocurren con un intervalo de al menos 24 horas entre ellas. 

Durante un episodio epiléptico, los perros experimentan una alteración temporal del funcionamiento cerebral normal que puede manifestarse de diferentes maneras:

  • Convulsiones generalizadas que afectan todo el cuerpo
  • Convulsiones focales que se limitan a una parte específica del cuerpo
  • Alteraciones del comportamiento
  • Pérdida temporal de la conciencia

La epilepsia puede presentarse en perros de cualquier edad, aunque es más común que se manifieste entre los 6 meses y 6 años de edad. La frecuencia y severidad de los ataques epilépticos puede variar considerablemente entre individuos, desde episodios ocasionales hasta convulsiones recurrentes más frecuentes.

Es importante entender que la epilepsia no es una enfermedad única, sino más bien un conjunto de síntomas que pueden tener diferentes causas subyacentes. El diagnóstico y tratamiento temprano son cruciales para reducir la frecuencia de los episodios y mejorar la calidad de vida del animal.

Tipos de epilepsia

La epilepsia en perros se clasifica principalmente en dos categorías según su origen y causa subyacente:

Epilepsia idiopática (primaria)

La epilepsia idiopática en perros es la forma más común de epilepsia canina y representa aproximadamente el 80% de todos los casos. Este tipo de epilepsia se caracteriza por:

  • No tener una causa estructural identificable en el cerebro
  • Tener un componente hereditario o genético
  • Manifestarse típicamente entre los 6 meses y 6 años de edad
  • Presentar un patrón de convulsiones generalizadas
  • Responder bien al tratamiento antiepiléptico

La epilepsia idiopática se considera un trastorno hereditario en muchas razas, aunque los mecanismos genéticos exactos aún no se comprenden completamente en todos los casos.

Epilepsia adquirida (secundaria)

Este tipo de epilepsia es causada por daños estructurales o funcionales del cerebro debido a:

  • Traumatismos craneales
  • Tumores cerebrales
  • Infecciones del sistema nervioso central
  • Malformaciones congénitas
  • Trastornos metabólicos
  • Intoxicaciones

Epilepsia en perros ancianos

Los perros de edad avanzada pueden desarrollar epilepsia debido a cambios degenerativos relacionados con la edad o condiciones médicas secundarias. En estos casos es fundamental realizar un diagnóstico exhaustivo para identificar posibles causas tratables como tumores cerebrales o trastornos metabólicos.

La epilepsia geriátrica requiere un manejo especial considerando:

  • La presencia de otras enfermedades concurrentes
  • La mayor sensibilidad a los medicamentos
  • La necesidad de ajustar dosis según la función renal y hepática
  • El monitoreo más frecuente de efectos secundarios

Razas más predispuestas a la epilepsia

Ciertas razas de perros presentan una mayor predisposición genética a desarrollar epilepsia idiopática. Esta predisposición hereditaria ha sido documentada en numerosos estudios veterinarios:

Razas con alta predisposición:

  • Pastor Alemán
  • Labrador Retriever
  • Golden Retriever
  • Border Collie
  • Beagle
  • Cocker Spaniel
  • Pastor Belga
  • Setter Irlandés

Razas con predisposición moderada:

  • Boxer
  • Dálmata
  • Husky Siberiano
  • San Bernardo
  • Schnauzer Miniatura
  • Poodle
  • Teckel

Es importante destacar que la predisposición racial no garantiza que un perro desarrollará epilepsia, ni excluye la posibilidad en razas no mencionadas. Los factores genéticos interactúan con elementos ambientales y otros factores de riesgo.

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Por otro lado, algunas razas también muestran tendencia a desarrollar epilepsia en edades avanzadas, frecuentemente asociada a:

  • Tumores cerebrales (más común en razas grandes)
  • Degeneración cerebral relacionada con la edad
  • Trastornos vasculares cerebrales

Los propietarios de razas predispuestas deben estar especialmente atentos a los primeros signos de síntomas de la epilepsia y consultar con un veterinario ante cualquier episodio sospechoso.

Síntomas de epilepsia en perros

Los síntomas de la epilepsia en perros pueden variar significativamente dependiendo del tipo de convulsión y la severidad del episodio. Es fundamental reconocer estas manifestaciones para actuar apropiadamente durante una crisis epiléptica:

Síntomas durante la fase prodrómica (antes del ataque):

  • Cambios de comportamiento y temperamento 
  • Inquietud o ansiedad inusual 
  • Búsqueda de atención o aislamiento 
  • Alteraciones en el apetito 
  • Vómitos o náuseas 
  • Desorientación leve

Síntomas durante la fase ictal (durante el ataque):

  • Convulsiones generalizadas con rigidez corporal 
  • Movimientos de "pedaleo" con las extremidades 
  • Salivación excesiva o espuma en la boca 
  • Pérdida de control de esfínteres 
  • Pérdida de conciencia 
  • Respiración irregular o jadeo intenso 
  • Movimientos masticatorios involuntarios 
  • Giros o caídas repentinas

Síntomas durante la fase posictal (después del ataque):

  • Confusión y desorientación temporal 
  • Fatiga extrema y letargo 
  • Caminar sin rumbo o en círculos 
  • Pérdida temporal de la visión 
  • Apetito voraz o sed excesiva 
  • Comportamiento alterado que puede durar horas

Tipos de convulsiones específicas:

  • Convulsiones focales: Afectan solo una parte del cuerpo, como contracciones faciales o movimientos de una extremidad 
  • Convulsiones generalizadas: Involucran todo el cuerpo con pérdida de conciencia 
  • Convulsiones en racimo: Múltiples episodios en un período corto de tiempo 
  • Status epilepticus: Convulsiones prolongadas que requieren atención veterinaria de emergencia

La duración típica de un ataque epiléptico es de 1-3 minutos, aunque puede parecer mucho más largo para el propietario. Episodios que duran más de 5 minutos constituyen una emergencia médica.

Cómo prevenir que tu perro tenga ataques epilépticos

Aunque no es posible prevenir completamente la epilepsia idiopática, existen medidas que pueden ayudar a reducir la frecuencia y severidad de los ataques epilépticos en perros diagnosticados:

Manejo del entorno y rutinas:

  • Mantener una rutina diaria estable y predecible 
  • Evitar cambios bruscos en el ambiente del perro 
  • Proporcionar un espacio tranquilo y libre de estrés 
  • Limitar la exposición a ruidos fuertes o luces intermitentes 
  • Evitar situaciones que generen ansiedad excesiva

Control dietético:

  • Seguir una dieta equilibrada y consistente 
  • Evitar cambios alimentarios abruptos 
  • Mantener horarios regulares de alimentación 
  • Limitar el acceso a sustancias que puedan provocar convulsiones 
  • Evitar alimentos tóxicos para perros

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Adherencia al tratamiento médico:

  • Administrar los medicamentos antiepilépticos exactamente como se prescribe 
  • No suspender ni modificar las dosis sin supervisión veterinaria 
  • Mantener un registro detallado de los episodios 
  • Realizar controles veterinarios regulares

Factores de riesgo a evitar:

  • Estrés físico y emocional excesivo 
  • Privación del sueño o alteraciones del descanso 
  • Exposición a toxinas o productos químicos 
  • Infecciones o enfermedades intercurrentes 
  • Medicamentos que puedan reducir el umbral convulsivo

Monitorización:

  • Llevar un diario detallado de los episodios 
  • Registrar posibles desencadenantes identificados 
  • Documentar la duración y características de cada ataque 
  • Monitorear cambios en el comportamiento o salud general

Cómo saber si un perro tiene epilepsia

El diagnóstico de epilepsia en perros requiere una evaluación veterinaria completa que combina la observación clínica, el historial médico detallado y diversas pruebas diagnósticas:

Evaluación clínica inicial:

El veterinario realizará un examen físico completo y una evaluación neurológica detallada. Es fundamental proporcionar información precisa sobre:

  • Descripción detallada de los episodios observados
  • Frecuencia y duración de los ataques
  • Comportamiento del perro antes, durante y después de los episodios
  • Posibles factores desencadenantes identificados
  • Historial médico familiar y racial

Pruebas diagnósticas básicas:

  • Análisis de sangre para descartar causas metabólicas como hipoglucemia, alteraciones electrolíticas o disfunción hepática
  • Análisis de orina completo
  • Perfil bioquímico sanguíneo
  • Hemograma completo

Pruebas diagnósticas avanzadas:

En casos donde se sospecha epilepsia secundaria o cuando el tratamiento inicial no es efectivo:

  • Resonancia magnética cerebral para detectar lesiones estructurales, tumores o malformaciones
  • Tomografía computarizada (TC) cerebral
  • Análisis del líquido cefalorraquídeo
  • Electroencefalograma (EEG) en algunos casos especializados

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Criterios diagnósticos:

El diagnóstico de epilepsia se basa en:

  • Historia de al menos dos ataques epilépticos no provocados separados por más de 24 horas
  • Exclusión de causas subyacentes identificables mediante pruebas apropiadas
  • Patrón consistente de convulsiones recurrentes

El proceso diagnóstico puede requerir tiempo y múltiples evaluaciones, especialmente para diferenciar entre tipos de epilepsia y descartar otras condiciones neurológicas que puedan simular epilepsia.

¿Cómo actuar ante un ataque epiléptico en perros?

Saber cómo tranquilizar a un perro con epilepsia durante un episodio es crucial para la seguridad tanto del animal como del propietario. La respuesta adecuada puede minimizar el riesgo de lesiones y ayudar en la recuperación:

Durante el ataque (fase ictal):

Mantén la calma y observa:

  • No entres en pánico; los ataques suelen durar 1-3 minutos
  • Cronometra la duración del episodio
  • Observa y memoriza las características del ataque

Asegura el entorno:

  • Retira objetos cercanos que puedan causar lesiones
  • Aleja muebles, ten cuidado con escaleras o superficies peligrosas
  • Amortigua la cabeza del perro con cojines suaves si es posible
  • Reduce estímulos externos (luces, ruidos)

Lo que NO debes hacer:

  • No introduzcas objetos en la boca del perro
  • No trates de sujetar o restringir al animal
  • No toques la boca; el perro no se tragará la lengua
  • Evita gritar o hacer ruidos fuertes

Después del ataque (fase posictal):

  • Mantén un ambiente tranquilo y silencioso
  • Permite que el perro se recupere gradualmente
  • Ofrece agua fresca cuando esté completamente consciente
  • Supervisa durante las siguientes horas

Cuándo buscar atención veterinaria de emergencia:

  • El ataque dura más de 5 minutos
  • Se presentan convulsiones en racimo (múltiples ataques en pocas horas)
  • El perro no recupera la conciencia entre ataques
  • Es el primer episodio observado
  • Hay signos de dificultad respiratoria severa

Información a registrar:

  • Hora de inicio y duración del episodio
  • Descripción detallada de los síntomas observados
  • Posibles factores desencadenantes
  • Comportamiento durante la recuperación

Tratamientos para la epilepsia canina

El tratamiento de la epilepsia en perros se basa en un enfoque multidisciplinario que combina terapia farmacológica, estilo de vida y seguimiento veterinario frecuente. El objetivo principal es reducir la frecuencia y severidad de los ataques epilépticos mientras se mantiene una buena calidad de vida.

Tratamiento farmacológico

Medicamentos antiepilépticos de primera línea:

El tratamiento consiste principalmente en la administración de fármacos anticonvulsivantes que estabilizan la actividad eléctrica cerebral:

  • Fenobarbital: Considerado el medicamento de elección para la mayoría de casos de epilepsia canina
  • Bromuro de potasio: Utilizado como terapia adicional o alternativa
  • Levetiracetam: Opción más moderna con menos efectos secundarios
  • Zonisamida: Anticonvulsivante de nueva generación

Consideraciones del tratamiento farmacológico:

  • Los medicamentos deben administrarse de manera constante y regular
  • No se debe suspender abruptamente el tratamiento
  • Los ajustes de dosis requieren supervisión veterinaria
  • Los efectos secundarios deben monitorearse regularmente

Terapias complementarias

Modificaciones dietéticas:

  • Dietas cetogénicas especializadas en casos refractarios
  • Suplementos nutricionales específicos
  • Control de peso corporal optimizado

Manejo del estrés:

  • Técnicas de relajación y reducción de ansiedad
  • Terapia conductual cuando sea necesario
  • Ejercicio regular y controlado

Cómo cuidar a un perro con epilepsia

El cuidado integral de un perro con epilepsia canina requiere atención constante y adaptaciones en la rutina diaria:

Cuidados diarios:

  • Establecer rutinas predecibles y estables
  • Proporcionar un ambiente seguro libre de peligros
  • Mantener registros detallados de medicación y episodios
  • Asegurar que el perro tenga acceso constante a agua fresca

Modificaciones del hogar:

  • Instalar barreras de seguridad en escaleras
  • Acolchar áreas donde el perro pasa tiempo
  • Evitar superficies resbaladizas
  • Crear espacios de descanso cómodos y seguros

Manejo de la medicación:

  • Administrar medicamentos exactamente a las horas prescritas
  • No omitir dosis ni duplicarlas
  • Tener medicación de respaldo disponible
  • Coordinar con el veterinario para ajustes necesarios

Calidad de vida:

  • Mantener actividad física apropiada y regular
  • Proporcionar estimulación mental adecuada
  • Socialización controlada con otros animales
  • Monitoreo regular del bienestar emocional

Preparación para emergencias:

  • Tener contactos veterinarios de emergencia disponibles
  • Conocer la ubicación de clínicas veterinarias especializadas
  • Mantener un kit de emergencia con información médica del perro
  • Educar a familiares sobre manejo de crisis

¿Qué pronóstico tiene un perro enfermo de epilepsia?

El pronóstico de la epilepsia en perros varía considerablemente según múltiples factores, pero en general, la mayoría de perros con epilepsia bien controlada pueden llevar una vida relativamente normal y satisfactoria. Entre los factores que influyen en el pronóstico destacan:

  • El tipo de epilepsia, ya que la epilepsia idiopática generalmente tiene mejor pronóstico que la epilepsia secundaria.
  • La respuesta al tratamiento. Aproximadamente 70-80% de perros responden bien al tratamiento antiepiléptico
  • La edad de inicio de la enfermedad. Perros que desarrollan epilepsia a edades tempranas (6 meses - 2 años) pueden tener un pronóstico más complicado.
  • La frecuencia y severidad inicial.

La pregunta de si la epilepsia en perros se cura es compleja. Aunque la epilepsia no se "cura" en el sentido tradicional, puede controlarse efectivamente. Teniendo en cuenta que:

  • La esperanza de vida puede ser normal o ligeramente reducida
  • El riesgo de muerte súbita existe pero es relativamente bajo
  • Las complicaciones del tratamiento a largo plazo requieren monitorización frecuente.

El pronóstico mejora significativamente con:

  • Revisión periódica regular con especialistas veterinarios
  • Monitoreo de niveles sanguíneos de medicamentos
  • Ajustes oportunos del tratamiento según la respuesta
  • Detección temprana de efectos adversos

Otras causas que causan convulsiones en perros

Es importante distinguir entre la epilepsia verdadera y otras condiciones médicas que pueden provocar convulsiones en perros. Estas causas secundarias requieren enfoques de tratamiento específicos:

Causas metabólicas

  • Hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre)
  • Desequilibrios electrolíticos (sodio, calcio, magnesio)
  • Insuficiencia hepática o enfermedad hepática avanzada
  • Insuficiencia renal crónica o aguda
  • Hipotiroidismo severo
  • Diabetes mellitus descontrolada

Causas tóxicas

  • Intoxicación por chocolate, xilitol o uvas
  • Exposición a rodenticidas o insecticidas
  • Medicamentos en sobredosis (ivermectina, metronidazol)
  • Plantas tóxicas (azaleas, rododendros)
  • Productos de limpieza o químicos domésticos
  • Anticongelante (etilenglicol)

Causas infecciosas

  • Encefalitis viral o bacteriana
  • Meningitis
  • Infecciones por hongos del sistema nervioso central
  • Parasitosis cerebral
  • Moquillo canino
  • Rabia

Causas estructurales cerebrales

  • Tumores cerebrales primarios o metastásicos
  • Traumatismo craneoencefálico
  • Accidentes cerebrovasculares
  • Malformaciones congénitas del cerebro
  • Hidrocefalia

Causas relacionadas con la edad

  • Síndrome de disfunción cognitiva canina
  • Degeneración cerebral senil
  • Neoplasias más frecuentes en perros geriátricos

Otras causas:

  • Hipertermia o golpe de calor severo
  • Anestesia o reacciones a medicamentos
  • Trastornos del sueño severos
  • Estrés extremo o shock

La identificación precisa de estas causas alternativas es crucial porque muchas son tratables o reversibles, a diferencia de la epilepsia idiopática. Un diagnóstico diferencial completo en una clínica veterinaria especializada es fundamental para determinar el abordaje terapéutico más apropiado y establecer un pronóstico preciso para cada caso individual.

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